Hoy es un bonito día, hace tres noches el hombre del tiempo anunció tormenta, no he podido mirar la televisión desde el Jueves pero lo que recuerdo es que no iba hacer sol y eso es algo desconcertante para un dia que hace un sol que ciega, debería cambiar de programa definitivamente. Pero lo más desconcertante es que mirándo a mi alrededor no puedo evitar acordarme de mi cumpleaños y es que estaba en una de esas raras ocasiones en la que toda mi familia está reunida al completo y todos tus amigos están presentes, aunque claro, hoy también era uno de esos dias raros de Abril donde no hay aguas mil. Maldito presentador guapo de la tele.
Pero estoy contenta hoy hay tanta gente y están aquí por mí, porque me quieren. O al menos eso me parece; hay tantas lágrimas y abrazos... y hay un pica-pica al estilo americano al fondo...
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Seguro que vienen a por la comida gratis, malditos sean.
Se de uno que no vendría por la comida, pero él... él no está. Mi marido seguramente está en alguna de esas reuniones del trabajo de las que siempre vuelve algo bebido. Parece mentira que, con tanta gente que me rodea, me falte él y me sienta tan fría.
Tampoco está tan mal, es verdad que discutimos hace tres dias y que fue una bronca muy dura, pero ésta vez yo le había explicado qué era lo que pensaba y lo mejor de todo es que me había escuchado. Había tenido miedo de lo que me pudiera decir o hacer si no le gustaba lo que le iba a decir, pero he visto que era algo sin importancia, ahora hemos arreglado nuestros problemas y somos felices.
Ésta vez no me había limitado a llorar ni tampoco a asustarme, no iba a permitir que ganara la pelea una vez más, había cogido el coraje suficiente y le había plantado cara. Y estoy muy orgullosa de mí misma.
Y aunque no esté aquí yo estoy feliz,
porque me quiere,
porque por primera vez, hoy, él no se ha limitado a golpearme,
porque por primera vez, hoy, me ha mandado flores,
porque por primera vez, hoy, yo no soy la que llora ni está encerrada
porque por primera vez hace tres dias fui valiente, aunque ya fue... muy tarde.
No me arrepiento de haberme callado, es solo que... quisiera poder hablar ahora.
Sólo te falta describir el color de la caja.
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