10 de octubre de 2012


10/10/12

Siempre se me olvida lo que realmente importa, son tantas las cosas que quiero compartir contigo que me asaltan esta especie de inseguridad en mis argumentos. Se me olvida decirte que te quiero. Solo soy una idiota que no para de romper cada momento de fortaleza que tiene. Siempre me consuelo pensando que ya habrá otro momento para decirte lo que realmente importas en mi vida, de lo que eres. Y como bien dicen , a veces es más fácil expresarse escribiendo que a palabra suelta. Quiero hacer algo fácil; quiero hacerte feliz. Quiero contar contigo, no hasta el dos o hasta el diez, como diría mario Benedetti, sino contar contigo. Me asaltan esas ganas prepotentes de gritarle al mundo que estás conmigo, que te tengo en mi vida. Y lo cierto es, que ya han pasado 2 años y seguimos juntos, al pie del cañón con ganas dementes de querer mucho más. Estoy muy a gusto, estoy segura de ti. Quiero despertarme cada mañana empujándome contra tu pecho para que no escape de tu cama. Pienso en ti a diario, desde que me despierto hasta que me acuesto y a veces, a veces, mientras duermo también. Quiero que sigas siendo esa  sonrisa tímida que aparece cuando no pienso en nada.


29 de mayo de 2012

Sobre el amor, la dependencia y generosidad.

Algo que escribí hace muchos, muchos años. La Alba del pasado dando lecciones a la del futuro, que mundo éste.



"Llevo bastante tiempo sola en cuanto a pareja sentimental se refiere. Siempre hay lios, algunos más y otros menos pero al fin y al cabo no es "eso".




Soy una persona solitaria en ese sentido. No suelo usar eso del "nosotros" sino el "tú y yo" así tal cual, juntos pero separados. Siempre he sabido o me he creido saber que todos somos capaces de estar en ésta misma posición. ¿Cuanto somos capaces de necesitar a alguien que nos cuide, nos protega, nos llene de caricias y sentimientos?




Ya no eres solo tú ya soys dos, y que juntos debeis compartir alegrias y tristezas, que no solamente son tus necesidades sino las de la otra persona, que te alegras con la misma intensidad por una situación que te hubiese pasado a ti pero que le pasa a otro.




Y eso... yo no lo encontraba del todo necesario por no decir malo. Somos egoistas, y hay que admitirlo para bien o para mal.¿ Por que soportar las caidas de otras personas? Es mas... ¿Por que debemos soportar que otros te hagan caer? Tus alegrías pasan a ser de tu pareja, y las de tu pareja las tuyas. ¿Acaso eso no nos quita algo de esencia?¿Algo de lo que somos? Y eso es egoista, dejar de lado tus necesidades más primarias para ceder lugar a otra persona dejar de hacer cosas cotidianas para dejar espacio y satisfacer las necesidades del otro.




Pero me he dado cuenta que no es así, que me mentía , y ese es el peor error que me he podido hacer a mi misma. Y en ocasionas como estas me maldigo yo misma y me castigo por ser tan inutil de no darme cuenta que la persona que me ha dicho la mentira más gorda he sido yo misma. Ceder tu espacio, tu tiempo, tus ilusiones, tus sentimientos, etc a otra persona no ha de ser necesariamente un acto de dependencia, tampoco de machismo o sumisión sino algo mucho más bonito, algo que nos debería revosar a cada uno y es la generosidad. El entregarle a otro aquello más preciado y que se te devuelva con creces ,pese que a veces no sale bien la jugada, es algo maravilloso.




Y pese al amor no correspondido, al amor malgastado, al amor prohibido, olvidado, desechado, corrupto... que pueda haber en el mundo y pese a que todos y cada uno de nosotros nos han llenado de sombras el corazón, somos felices. Y lo intentamos una y otra vez. Por que vale la pena.
Yo he leido mucho, tengo una buena colección de libros de la que me siento orgullosa y puedo afirmar que el 80% tiene o contiene amor, y gracias a estos he podido ver el amor en sus diferentes facetas y estoy deseando poder vivir alguna de esas páginas.




Pero para ello se ha de estar segura, se ha estar a tu completa capacidad o sino lo perderás y eso va según las personas. Yo creo que estoy llegando ya al límite, siento que me debo a mí misma algo pero tambien se que soy egocentrica y egoista y que ahora por ahora sino es él no es nadie y lo peor de todo es que él no llegará.




Se que el amor está ahí fuera y que me está esperado pero hoy por hoy tengo cadenas que me atan en mi casa y pese a tener la llave no se usarla.




Los malos amores te vuelven arisco y duro, y pensaba que el amar a otra persona era de debiles pero nada más lejos de la realidad. Se ha de ser muy fuerte para amar a otra persona y mucho más hacer que ésta te ame a ti. Es muy fácil dejarlo todo correr. ¡Pero cuán dificil es mantenerlo!




Y que esto no sirva de premisa para decir de mí que estoy buscando pareja, yo seguiré siendo yo misma con mis más y ,lo siento mucho, mis menos. Y seguiré viviendo y experimentando hasta que lo encuentre o en su defecto me encuentre.




Por que como ya he dicho... el amor está ahí fuera, pero quizás no esté lista para encontrarlo."

12 de abril de 2012

Sus ojos eran verdes, o al menos durante un tiempo lo fueron, y tenían un resplandor azul que no era propio de las gentes de éste mundo. En más de una ocasión se había preguntado por aquella luz que desprendían sus ojos, brillaban con luz propia como un fulgor, como su báculo cuando ella pronunciaba esas palabras que solamente las personas de su clase entendían. Quizás ya habían dejado de ser verdes y la luz azul ya lo había ocupado todo, pero en su memoria aún la seguía viendo del color de la hierba y lo revivía como si su mente se negara a aceptar lo ocurrido en los últimos meses y se dedicara a divagar en tiempos mejores.


En lo más profundo de su ser le recordaba a Erika. Ella era su mejor amiga de la infancia, siempre tan femenina, era adorada por todos los del pueblo, si alguien podía salir de aquella reunión de ganaderos y cazadores era ella gracias a su belleza. Yo siempre había estado con ella e íbamos de la mano a todos los sitios. Ella era la princesa y yo su caballero y blandía con orgullo mi palo de madera y daba caza a los malvados villanos en forma de gallina. Las tenía atormentadas. Perdón, los tenía atormentados, los malvados siempre habían sido hombres.


Ella sabía que su padre deseaba de todo corazón tener un hijo varón y cuando lo tuvo, no hubo día más feliz de su vida. Sin embargo se lo llevaron, y en vez de aceptarlo decidió que a quien se habían llevado había sido a su hija. Y ella se convirtió en él.
Por aquella época su padre ya había vuelto de la gran guerra, y empezaba a dar signos de locura. –Chico, ven aquí chico.- le decía continuamente – pareces una mujer, córtate el pelo, chico.-


Cuando fue lo suficientemente grande su padre la llamó y le comunicó que se casaría con Erika, que ya había negociado con su padre y que gracias a que los Goering eran los ricos del pueblo había aceptado. Su padre continuó diciendo que la dejaría embarazada, de un varón, y se marcharía a luchar como soldado para el emperador y volvería a casa diez años después con dinero.


-Tus hijos serán educados por Erika y tu madre –me decía.- y yo me encargaré de ser el hombre de la casa en tu ausencia.


-Padre, no puedo casarme con Erika, no puedo tener hijos con Erika, no puedo ser soldado… -


Eva siempre imaginó que si hubiera sabido que era una mujer el puñetazo no le hubiera dolido tanto.



-Gudigeg ha sido detenido pogque es un cultista y está custodiado pog los cazadoges de bgujas.-


Parecía una respuesta a una pregunta que ella no se acordaba haber hecho.


-Mientes.- escupió las palabras.


-No.-


Eva se negaba a aceptarlo, su hermano era bueno, había escapado de ése pobre pueblo, se había convertido en alguien, tenía nombre propio, era poderoso ¿Por qué? Solamente quedaba que la sucia bretoniana le estuviera mintiendo, no sabía por qué, quizás fuera un plan loco de los suyos, o simplemente le quería hacer daño. No podía decir tales infamias de su adorado hermano. Él tenía ideales, era bueno.


Levantó la mano y le golpeó en su mejilla perfecta de mármol, no sabía bien porque le había pegado como mujer en vez de como hombre pero lo que sí sabía era que se iba a arrepentir de tal acusación. Lily comenzó a murmurar un hechizo y sin previo aviso se vio separada de ella y completamente inmovilizada. La puta había hablado con los árboles y la habían apresado, ¿También la quería vender a ella?


-¡Suéltame!- gritó mientras se intentaba revolver entre las ramas.


-No soy yo, tienes que calmagte y los agboles te soltagan… - contestó en calma.


Eva comenzó a llorar, no sabía si por rabia e impotencia o por furia y dolor. Sabía que lily le estaba explicando la situación pero apenas se dedicaba a escucharla, intentaba ver en su corazón si podía ser cierto. Había visto a rudiger volver a casa en un estado deplorable los últimos días, era mucho más bestia y al cabo del rato volverse la persona más limpia y adecentada, como si intentara ocultar algo. Lo había visto marcharse sin decir nada, siempre tenía asuntos que resolver. Su tatuaje había desaparecido. Se había alejado de ella.

La duda la invadía.


-…. Ayeg se lo llevagon…-


-¿Ayer? ¡Ayer! ¡¿Y por qué no me avisasteis?!.-gritó exaltada.


-Tenia… tenia asuntos… tenía que tgaeg a Wolfang aquí, no podía estag más en la escuela bgillante…-


-¡Una mudanza! ¡A mi hermano, mi único hermano, lo quemarán vivo pero tú tenias que hacer una mudanza!.- gruñó de forma sarcástica.


Como siempre desde que había conocido a Wolfang, él era su prioridad después que ella misma, la había visto ligotear con otros hombres, dándoles abiertas esperanzas para luego regresar a los ardientes brazos de él, y como siempre, él tan compasivo con ella y despiadado con el resto del mundo se dedicaba a alagarla y hacerle regalos pretensiosos mientras disfrutaba humillando a personas como leopold o cualquier iniciado que por allí pasara.

-Wolfang necesitaba salig de allí o se volvegía loco…-


-…¿ y no tenías tiempo de avisarme con una mísera carta?-


-¡No hubo!


Las lágrimas de ira de sus mejillas acabaron siendo ahogadas por las de tristeza, por mucho que peleara no podía detener lo inevitable. De nada servía discutir con Lily, o de ir al cuartel o cualquier cosa. Ya era muy tarde. No supo en qué momento los árboles la habían soltado, ni cuando Lily, compasiva, le había abrazado y la había levantado para llevarla a los cuartos de Lorandora.

Se sentía sucia, su propia institución, su propia religión, habían acabado con su hermano, su amado hermano. Solamente era una víctima en todo éste drama.


-… al fin y al cabo es algo que tú hubieras hecho…- escuchó la voz de la elfa.


No sabía si se había perdido algún tipo de conversación anterior pero ésa frase se le clavó como una espina en lo más profundo de sus entrañas.

Algo que yo hubiera hecho… quizás tenía razón, quizás era su sino. Resultaba evidente que el caos se encontraba tan cerca que podía arrebatarte a tu propio hermano. Quizás solamente era una dura prueba de Sigmar, para hacerle tener el corazón fuerte y resistente, un corazón de cuero. Hasta ahora Eva se había tomado su marcha de su pueblo como una aventura. Bebía lo que quería, luchaba lo que quería, y se atrevía a disfrutar de todo lo que podía. Eva se había vuelto débil, y los dioses le habían dado un aviso. Le habían dicho “Bienvenida a éste crudo mundo”.


Alzó sus ojos y por fin vio lo que pasaba en realidad, Lorandora le había aceptado en su propia habitación a pesar de que su hermano era un enemigo del imperio y aún así le veía un mínimo de preocupación por ella. Vio también a Wolfang en la cama, realmente parecía haberlo estado pasando peor que ella en estos momentos, no sabía en qué clase de calvario se había visto metido pero el visible agotamiento que impregnaba su cara hizo sentirse muy culpable a Eva. Había pensado cosas horribles sobre él, y la verdad y a pesar de ser cabezón, mandatario y arrogante, era un buen hombre. Los había acogido en su casa, les había procurado comodidades y lo más importante había hecho feliz a lily, cuyos brazos se habían separado de su Wolfang y la abrazaban a ella.


Eva suspiró y se dejó mimar, se dejó abrazar y se dejó perder en el cuello de la chica de los ojos verdes, o azules. O lo que fuera…

30 de agosto de 2010

Mila sentía frío en los pies y las sábanas estaban demasiado arrugadas para poder sentirse cómoda en la cama. Abrió un ojo y una sonrisa pícara se instaló en su cara. Aún mirando hacia la pared estiró un brazo para no encontrar nada más que sábanas y, con el ceño fruncido dirigió su mirada hacia su mano vacía.

Se levantó y fue hacia el baño para quitarse los restos de máscara de pestañas corrido y tras peinarse y adecentarse salió rumbo al pasillo que la recibió con un agradable olor a tostadas.

Cuando entró en la cocina encontró a Mark de espaldas a ella mirando la tostadora, sonriendo le rodeó por la cintura y le besó el hombro.

- Buenos días. - murmuró Mark a la vez que las tostadas saltaban. - Pensaba llevártelas a la cama. -dijo justo antes de besarle en los labios mientras la llevaba a la mesa de la cocina.

- ¿Qué vas a hacer hoy?.- preguntó Mila mientras cogía con entusiasmo una tostada.

Mark se sentó delante suya y dió un mordisco antes de contestar: - Trabajar, nena, y hoy me toca capoeira ya lo sabes.-

Mark era el típico chico que de verlo en una revista te enamorarías perdidamente de él, era guapo, con una sonrisa atrayente, musculoso y ése aire rebelde que a todas nos atraía, pero... era un poco bajito. No un bajito para ser automáticamente descalificado sino lo suficiente como para que cualquier chica mínimamente alta o con tacones no le mirara y que de ser un chico normal y corriente no importaría pero de tratarse del quesito que era no pegaba nada. De él obviamente te esperabas diez centímetros más que tú como diría Patricia, y luego como siempre añadiría : - Es el efecto Tom Cruise, te parece muy grande en la pantalla pero luego decepciona. - Y seguiría con voz de culpabilidad :- Pero igualmente no deja de ser guapísimo y más con ése morbo con la pistola.

Mila sonrió mirando a su pequeño hombre de revista mientras le acariciaba con un pie el interior de su pierna y éste le sonreía con descaro.

...

Con una sonrisa deslumbrante salió del apartamento de Mark mientras se dirigía hacia el Zoológico. Sacó su Blackberry de su bolso y comprobó que tenía un mensaje de texto de Alex: -"¿Dónde estás? Llámame" y otro del chat de Sofía: -"Buenos días ¿Salimos ésta noche?".

Decidió contestar primero a las chicas mientras pedía un café en el Starbucks. Inició una conversación a tres y escribió: -"Acabo de venir de casa de Mark voy para mi trabajo." pero lo borró.

-Quiero fiesta.- escribió mientras recogía el café del final de la barra.

"
Patricia: 8:32
-¿He oído fiesta? ¿Dónde? ¿Cuándo? Me pondré el vestido verde.
Sofía: 8:34
- ¡Fiesta! ¿Ésta noche en el nuevo local de Diagonal?
Mila: 8:34
- Por mi bien. ¿Copa en la cocteleria de al lado?
Sofía: 8:35
-Perfecto ¿A las 11 y media?
Patricia: 8:36
-¿Perfecto? Perfecto si hacemos copa en el mirablau y cena
en el Thailandés.
"

Mientras las otras discutían marcó el teléfono de Alex que al segundo tono descolgó. Con voz preocupada le comenzó a preguntar porqué no cogía las llamadas de telefono y se disculpó dicinedo que se había quedado dormida, cosa que era cierta. Quedaron para tomar el café por la tarde en el piso de Alex y para cuando colgó y abrió el chat ya había una biblia escrita sobre los planes de ésta noche.

"
Mila: 8:41
- ¿Cómo hemos quedado?
Sofía: 8:42
- Quedamos en el mirablau a las 11 y media y cenamos
cada una en su casa.
Mila: 8:42
- Bien porque he quedado con Alex
Patricia: 8:42
- Mientras Sofía no llegue tarde a mí me vale.
Sofía: 8:42
- Lo intentaré. Os dejo que entro en el metro.
Patricia: 8:43
- Ya llega tarde a la oficina. Hasta ésta noche.
"


21 de julio de 2010

Carta para Alba:

Se dice que más sabe el diablo por viejo que por diablo, y yo, que de experiencias habré tenido un par o tres más que tú puedo hablar, quizás no de otro, pero sobre ésto si.

Puede que me equivoque, puede que acierte pero quiero que lo tengas en cuenta.

El dolor es inevitable pero el sufrimiento es voluntario, y digo ésto porque ahora, lejos del umbral del lamento, podemos pensar con claridad.

Si algo he aprendido ha sido que solamente me he arrepentido de dos cosas; de aquellas que no hice y de aquellas que hice mal. ¿Cuál es peor? El resquemor de no haber hecho cuando pude haber hecho.

Es por eso que ahora que estás a tiempo actúes, que no te quede nada por hacer, nada que compartir que no se compartió nada que rememorar aquello que no ocurrió, que no te quede las estúpidas dudas de ¿Y si hubiera pasado más tiempo con él? ¿Y si le hubiera dicho más a menudo te quiero? ¿Y si hubiera querido aprender algo más, aunque sea ínfimo que siempre queda por aprender de él?

Aunque ahora sea duro, aunque quieras evitar el dolor, sé fuerte, sé la mala hierba que no se marchita, que dura hasta el final, porque las flores más bonitas mueren porque ésas mismas flores son las que no recuerdan, son las malas hierbas las que pese al sufrimiento siguen adelante.

Y así cuando el desconsuelo llegue, no te habrá quedado nada por hacer, nada que lamentar, quizás el sufrimiento sea inevitable-las mujeres tenemos la tendencia suicida de martirizarnos- pero la carga de pensar de que no estuviste dando apoyo a los tuyos, de que hiciste hasta lo imposible no existirá y en eso, Alba, podrás estar orgullosa, podrás salir a un nuevo día mirarás al cielo que aunque nublado te observará con la cabeza alta y el pecho para afuera.

Y será entonces cuando tu perspectiva sobre la vida cambiará.

Nadie quiere morir solo, y no hay más gozo que dejar éste mundo y estar rodeado de tus seres queridos, y es que cuantos más momentos difíciles coseches en tu vida más gente te rodeará al final, el camino es duro pero no tenemos que pasarlo solos.

Evitar el dolor te hará una cobarde así que mi consejo es, que aunque dé miedo mírale a los ojos y hazle ver que hasta el último momento -te reconozca o no- has estado ahí para él porque él se llevará tu compasión y cariño a la otra vida y tú recibirás en cambio el consuelo de saber que hiciste lo que pudiste hacer, y éso es más que suficiente.

Pero no todo es tan malo, ésta experiencia te enseñará a vivir. Apreciarás más el poder sonreir, el estar con tu madre, el estar con tu padre y con tu hermano, en saber que ante el dolor la familia está unida y que no solamente acaba ahí sino como me dijeron una vez, las personas buenas están rodeadas de personas buenas, bien, tú no estás sola. Te darás cuenta de los amigos que valen, de aquellos que te dirán un vacío "lo siento" y de aquellos que lo sentirán de verdad, distinguirás aquellos que acuden tras tu llamada y los que no, porque acudir no significar llegar físicamente sino estar con la persona, algunos no vendrán pero sentirás que están ahí y otros sin embargo sólo los recordarás al mirar facebook o el móvil.

Pero de días nublados no habrán uno ni dos sino muchos más y llegará un punto en el que se nublará el cielo al llegar a casa, bien, no huyas tampoco, ves con los tuyos. Porque es difícil consolar a tu madre o a tu padre cuando siempre han sido ellos los que te han protegido, piénsalo de otro modo, ahora es tu turno para demostrar que eres adulta, fuerte, responsable que miras adelante pero sin olvidar tus orígenes, dales el apoyo que siempre te han dado protégeles ahora que te necesitan, sé fuerte por ellos como en un día ellos lo fueron por tí.

Y por último, cuando salga el sol, cuando todo esté superado podrás acordarte de ésto, de que como yo, mi abuela se sentaba conmigo y me enseñaba cosas sobre la vida, sobre mi familia, sobre los principios, tú te acordarás de lo que te enseñó y será entonces cuando te darás cuenta que es a partir de entonces cuando tienes que honrar a su memoria. Porque la familia es lo más importante, y una familia no consiste únicamente en compartir la sangre sino en estar unidos, frente a lo bueno y a lo malo y eso Alba, ése sentimiento sí que es para siempre.


22 de junio de 2010


Para las personas que hayan pensado que la amistad no existe, que nos lo digan a nosotras. Hemos aprendido a base de caernos pero nos hemos levantado entre nosotras, si se puede decir que yo soy su pilar, ella es el mio.

Más de 4 años juntas... ¡ y lo que nos queda !




Me hace gracia la gente que confía tan rápidamente en las otras personas y ya les llama "mi amigo" un mensaje para ellas: así nunca tendrás la confianza de nadie si la regalas así.

La confianza se gana, pero no a base de tiempo (y mucho menos de poco tiempo).

29 de mayo de 2010

La expiación de Nicky

Ella está delante mía con el móvil entre sus manos, una costumbre que desde hace pocos días ha empezado a adquirir. Y aquí estoy yo, mirándo a sus ojos fijos en el aparato y su ceño fruncido siendo tapado por mechones y mechones de pelo rubio mientras la bandeja ,que contiene el olor a beicon frito y a queso fundido que hace gruñir mi estómago, es despreciablemente olvidada encima de la mesa. Siempre me hace lo mismo, es una experta perdedora del tiempo, ella es la más lenta en terminar y la que empieza siempre después y yo ya me veo la escena:
"-Bueno... ¿Qué? ¿Empiezas?. -
-No, no, empieza tú.- diria con ésa voz aguda que hace latir mi cabeza cuando no hay ibuprofeno cerca. "
Y acto seguido, yo, que me muero de hambre, comenzaría a engullir - que no comer- mi bocadillo y cuando fuera por la mitad de él la princesa no habría ni empezado y luego pasaría lo que más rabia me da: mirar a alguien comer mientras yo no tengo comida.
- ¿Comemos?. -
- Sí. -
Y es tan simple, la frase es la misma pero usando el plural todo va como la seda, como si no la conociera. Mientras comemos -plural- en silencio miro el videoclip que sale en la pantalla de fondo. Al pasar al siguiente me percato que el silencio se ha prolongado demasiado. Es algo inusual, quizás esté siendo una paranoica controladora pero hasta en el cine nos encontramos para enviar a la otra una mirada de comprensión. La miro a los ojos que los tiene fijos en la bandeja y cierro el puño estrujando el bocadillo. No me mira, sabe que la estoy mirando y no me mira.
Mientras arranco migajas de la punta del pan repaso mentalmente lo que he podido hacer mal. Le he guardado el sitio, hemos ido al Starbucks que ella quería, la he llamado para quedar e incluso para despertarla y que no llegara tarde para ir a ver a nuestra amiga... nada. Y entonces caigo, mientras la vuelvo a mirar y el corazón me da un salto. Está llorando. No lagrimea, pero mira arriba, para que las lágrimas no caigan, con los ojos bien abiertos, para que se puedan secar.
Y, avergonzada, sin saber qué decir dirijo mi vista no a la pantalla sino al cartel de al lado. "La felicidad está en los buenos momentos"
¿Qué felicidad y buen momento hay aquí?
Repasa, repasa... ¿Qué ha pasado? Le he gritado. Sí. ¿Con razón? ¿Es razón suficiente que me importe más mis estudios que un chico que apenas acabo de conocer? Si ¿Es razón suficiente que vaya mal con las horas de estudio? Sí ¿Es razón suficiente que quiera aprobar no solo por mí, ni por mis padres, ni siquiera por la vergüenza de suspender sino por ella? ¿Por la que quiero compartir no solamente un sueño sino una vida? Sí
¿Por qué no consigo verlo? ¿Por qué sigue mirando arriba?
¿Quizás por que la he dejado a solas? Puede ser, eso sería muy de ella pero... ¿Acaso no ves que no es solamente por mí?
Soy tan cobarde... ¿Por qué no soy capaz de decirselo bien, sin gritar? ¡Al menos gritando! Ahora me miras, y me hablas y yo disimulo, estoy haciendo ver que no me he enterado de todo ésto. Otra muestra de mi valentía ausente. Y hago ver que miro la tele con los videoclips mientras mordisqueo los últimos trozos de mi bocadillo.
Y la idea no se me ha ido en toda la tarde, y tengo una oportunidad, la oportunidad que me ofreces en el facebook y a la que contestas: "Que bonito te ha quedado" .
Y yo estoy defraudada.
No quería sonar a frase de powerpoint quería sonar a mí misma,
no quería que quedara bonito sino que fuera sincero.
Y horas después sigo pensando y llego a mi casa y no sé cómo decirselo, porque debo decirselo.
Y aún así todavía no lo consigo. ¿Por qué me costara tanto expresarme? ¿No ves a través de mí?
Nicky... ¿Por qué eres tan estupida?

20 de mayo de 2010

Ser puta es fácil



-Voy a hacerlo. Voy a convertirme en una zorra.
La miramos y nos echamos a reír.
-¿Qué ocurre?- preguntó.
-Que ya lo eres.
Cuando la situación se nos sale de control y la gente es mala con nosotras tendemos erróneamente a pensar en devolvérsela doblada, " a mí no me torea nadie" " ¿Se piensa que soy imbécil?" "Se acabó de ser la buena chica ".
A lo que yo opino... ¿ No es escoger el camino fácil? ¿No es cuando la montaña está más escarpada cuando debemos afianzarnos más en nuestros arneses en vez de coger el telesilla? Se supone que lo que más nos diferencia de los animales es la racionalidad y la racionalidad como tal implica unos principios. Vamos, digo yo. Y que los caminos fáciles son para gente débil y que siempre debemos escoger entre el camino fácil y lo que es correcto.

Si tu ex te restriega en la cara algún ligue, novia o exnovia ¿No es escoger el camino fácil enrollarse con alguien para darle envidia? ¿Qué nos aporta éso? ¿El amargo y ardiente sabor de una saliva ajena que nunca más volverá? ¿Eso nos hace sentir mejores personas?

O si , por ejemplo, tu amiga del alma te hace un feo... ¿No es absolutamente incorrecto reprocharselo una y otra vez hasta devolverselo?

¡Ojo al dato! Yo estoy hablando de no ser puta innecesariamente y de escoger el camino incorrecto no de que nos tomen el pelo como a tontos. Se puede, y es más se debe, dar una segunda oportunidad e incluso una tercera, al fin y al cabo el errar es humano pero si el camino es incorrecto se debe tomar otro, no todo lo justo es correcto.

Así que lo que intento decir, después de tantas vueltas, es que el camino de la puta es un camino fácil, que la verdadera valía es permanecer siendo una buena chica (o chico) y no caer en las intrigas, venganzas y demás quehaceres que, sinceramente, no nos aportan nada y no nos hacen crecer como personas.




18 de mayo de 2010

Día 6

Promesa y ...


Fin.

17 de mayo de 2010

Día 5
wifi- UB

Hoy me he conectado a la wifi y no he puesto mi nombre.